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13 may 2007

¿De qué se reía El Zorro?


Durante mi niñez había varios personajes del cine y la TV a quienes yo idolatraba. Meteoro, Han Solo, Maxwell Smart, son algunos de ellos. Cada uno de ellos tenía ciertas cualidades que lo hacían digno de admiración. El Zorro (el de la serie de Walt Disney, que era interpretado por Guy Williams) también estaba entre mis ídolos, gracias a una cualidad que lo hacía sobresalir del resto: la sonrisa que mostraba durante las peleas con espada.


Cuando era chico no lo hacía, pero en la actualidad, cuando vuelvo a ver El Zorro, no puedo evitar preguntarme de qué se reía. La respuesta más inmediata que se me ocurre es que se reía por que disfrutaba mucho espadear, entonces aunque se encontrara ante enemigos que lo superaban por mucho en número, él mantenía su sonrisa por que estos enemigos le daban la oportunidad de hacer algo que le resultaba gratificante.


Reflexionando un poco sobre el tema, se me ocurre otra explicación más compleja para esa sonrisa: la usaba como estrategia, con un doble propósito: desmoralizar a sus enemigos y darles confianza a sus amigos.


Quizás la verdadera explicación es que se acordaba de algún chiste que le contaban antes de filmar cada escena de acción, pero yo me quedo con la idea de la estrategia, y además trato de aplicar esa estrategia en mis luchas cotidianas, aunque no me enfrente a diario en duelos de espadas con los lanceros fieles a la corona española.


El Zorro podría haber elegido mostrar a sus adversarios un gesto fiero, como un perro que muestra sus dientes para que el enemigo sepa los filosos que son. Pero en vez de eso les mostraba una expresión risueña, haciéndoles saber que la pelea le resultaba entretenida y que estaba seguro de que la ganaría.


En mis luchas cotidianas me enfrento a enemigos mucho más mundanos, que a veces ni siquiera están corporizados en personas. Estos enemigos son, por ejemplo, los obstáculos que encuentro en mi trabajo y que intentan hacerme fracasar en la búsqueda de mis objetivos. Cuando uno de estos enemigos se me pone delante, en lugar de angustiarme y poner cara de preocupación, me río de ellos, con lo cual ya tengo la mitad de la pelea ganada.


Nunca leí nada sobre técnicas de motivación para equipos de trabajo, pero ésta, si no lo es, debería ser una. Si los miembros de un equipo de trabajo ven que su líder pone cara de enojo, preocupación, cansancio o fastidio ante cada inconveniente que se le pone delante, seguramente se desmoralizarán y perderán la motivación para lograr los objetivos comunes al equipo. En cambio, si ven que su líder se ríe y hasta disfruta cuando debe enfrentarse a los problemas, esta actitud les inspirará confianza y seguridad para colaborar en el logro de los objetivos comunes.


El sargento García era un completo inútil, pero cuando por alguna razón se enfrentaba junto al Zorro con un enemigo común a ambos, sacaba a relucir habilidades que resultaban decisivas en la tarea de lograr la victoria.


Moraleja: un buen líder le sonríe a las dificultades, y así logra que aún sus colaboradores más inútiles aporten algo positivo para la resolución de los problemas que debe enfrentar el equipo.